jueves, 21 de enero de 2016

Articulo: Publicidad en contra de las mujeres

Escrito por: Soledad  Acevedo Arenas*

Para obtener como documento PDF: 
https://drive.google.com/file/d/0B8osxwuxS8omUk5vaGdEdHBVcmM/view?usp=sharing



Como una y otra vez -sin pensar, muy pensado, o como conducta repetitiva- se violenta y denosta a las mujeres. En esta ocasión, traigo a debate la violencia clara hacia defensoras de los derechos humanos y activistas feministas, parte del movimiento social amplio tal como son el movimiento ambientalista, sindicalistas, estudiantil y otros.

Hemos sido testigos de cómo la publicidad se hace parte de uno de los dispositivos que refuerzan los estereotipos atribuidos por el sistema patriarcal para “re-ubicar” socialmente a mujeres y niñas, a través de la historia son muchos los ejemplos. El año recién pasado WOM empresa de comunicaciones desplegó una línea publicitaria abiertamente sexista, estereotipada y homofóbica que se mantiene hasta ahora. Este ejemplo es claro en la asociación reforzadora entre el patriarcado y el neoliberalismo. Frente a la denuncia pública respondieron con una nueva pieza publicitaria.

                                                                             FOTO: tomada por la autora en la vía pública


Hace unos días en la red Twitter muchxs se manifestaban en contra de la publicidad sexista de una marca de utensilios de aseo de uso doméstico; es decir un nuevo episodio de violencia simbólica como identificara el sociólogo francés Pierre Bourdieu a esta forma de violencia indirecta, que actúa al nivel de las representaciones simbólicas de las relaciones sociales. No es primera vez que productos de esta categoría ocupa una estrategia una publicidad básica, no respetuosa y con argumentos reforzadores de la desigualdad; esto nos habla de una sociedad que en el discurso se dice moderna y a la altura de los tiempos, pero que una y otra vez muestra lo atrasado de una sociedad que instala a las mujeres en ciertos espacios.

FOTO: http://www.cnnchile.com/noticia/2016/01/19/la-polemica-publicidad-de-clorox-que-genero-el-repudio-ciudadano


Parece ser que sólo a nosotras –y unos cuantos ciudadanos comprometidos- nos alarman las bajas cifras de participación política y los espacios reducidos de toma de decisión en que estamos las mujeres, cuando se asesina a una mujer solo por el hecho de serlo, el trato vejatorio a mujeres jóvenes en movilizaciones sociales, o la desigualdad de remuneración entre hombres y mujeres por igual trabajo… esto parece solo importarle a las mujeres, o a aquellas organizaciones de mujeres que monitorean esta información y que buscan mejorar la situación de vida para las niñas, mujeres y la sociedad en su conjunto.

Los medios de comunicación –y el periodismo- conforman un canal trasmisor de información que debe sostener grados de responsabilidad en su quehacer; esta información debe ser verídica, ampliada y sin sesgos para quedar a disposición de una ciudadanía educada en derechos para su posterior uso y análisis. Sin embargo, estos canales emisores de información en palabras de Bourdieu: “imponen sus ‘valores’, sus preferencias, sus formas de ser y de hablar; su ‘ideal humano’ (…)”i. En esta línea, el incremento del “peso simbólico” de la televisión y la publicidad como campos de producción cultural: como es el periodismo y la publicidad “cada vez más dominados por la lógica comercial impone una creciente coerción sobre los demás universos”ii. En este sentido, estos campos de producción y reproducción cultural –junto a otros- construyen una realidad sesgada por intereses de los sistemas dominantes –el patriarcado y el capital-, colusión que hemos denunciado las feministas en ocasiones anteriores; es decir un modelo de influencia social como proceso de identificación que ha sido estudiado por la psicología social.

Miremos el siguiente encadenamiento:

“Grupo de feminazis se querella contra Clorinda para que cambie de nombre a Clorindx”, se titula la “noticia-mofa” del medio digital lalegal.cl. Para algunos no es más que algo cómico, sin embargo, se hace parte de la estrategia desplegada por los sectores conservadores de poder que se oponen a las transformaciones en la condición de vida de las mujeres, niñas y la diversidad sexual. El uso denostativo del término “feminazis” deja de manifiesto la ignorancia y resistencia que levanta el feminismo en tanto movimiento social de contracultura, que cuestiona los cimientos estructurales en los que se alza la sociedad machista.

Tampoco es casual el inserto del ‘publi-reportaje’ en la Revista Mujer de La Tercera junto a la frase “utensilios y limpiadores Clorox, la pareja ideal de la mujer de hoy”; este diario es parte del consorcio emol conglomerado de medios de prensa escrita y digital que sirve de plataforma y voz a los sectores más conservadores del país.

Por último, la empresa Clorox se disculpó por “lo sucedido” a través de un comunicado en el que se lee: “… Desafortunadamente, y por un error humano, este mensaje no se ha ajustado a dichos estándares” aludiendo a políticas internas de comunicación. Estas disculpas fueron masificadas por los mismos medios de comunicación que catalogaron de polémica la reacción de rechazo ciudadano.

 Los tres hechos relatados arriba dan cuenta de los mecanismos de resistencia a la difusión minoritaria –cada vez más creciente-, sobre la ética en las prácticas sobretodo de aquellas que tienen implicancia directa en la producción cultural masiva, dicho desde el análisis de la influencia social, aquello que “(…) conciernen a los procesos por los que los (y las) individuos y los grupos configuran, mantienen, difunden y modifican sus modos de pensar y de actuar, en el contexto de sus interacciones directas o simbólicas”iii

                                                                                                           Imagen tomada de la web


Urge una transformación en los patrones relacionales, pero sabemos que los cambios culturales son lentos y antojadizos, por lo tanto es urgente en el país un marco legal para la publicidad y los medios de comunicación que sancione a quienes infringen y dañan la condición humana imponiendo categorías subordinadas de género –y cualquier otra categoría-. La publicidad sexista y la discriminación en los medios de comunicación de la que somos objeto las mujeres y niñas, junto a otros grupos desaventajados de la sociedad deben ser erradicadas de todos los ámbitos con enérgico rechazo social y políticas públicas que den cuenta de la real magnitud que estas conductas tienen para la vida de las personas.



Bibliografía:

i Bourdieu, Pierre, Sobre la televisión: unas luchas arbitrarias por el índice de audiencia. Pág. 74, Edit.
Anagrama, Barcelona.1.997
ii Bourdieu, Pierre, Sobre la televisión: unas luchas arbitrarias por el índice de audiencia. Pág. 81, Edit.
Anagrama, Barcelona.1.997
iii Psicología social experimental, proceso de análisis e investigación. Revista Anthropos n° 124, página 14. Ginebra, Suiza.


* Psicóloga, educadora popular y activista feminista.

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