martes, 28 de mayo de 2013

¡¡MUUUJERES!! ¡¡A PRESTAR SUS CUERPOS !! por Maria Isabel Matamala Vivaldi

EL ANÁLISIS SEMANAL DE PRIMERA PIEDRA
(Nº 519 del 28 de mayo de 2013)
http://www.primerapiedra.cl/papers/2013/pp519_27_05_2013.pdf


El Presidente Sebastián Piñera estuvo en el inicio de la CIPD Cairo’ 94, cuando aún 
era diputado. No permaneció mayor tiempo en los debates ni fue gestor de consensos. 
Pienso que no compartió el cambio de paradigma y que así se explica el salto hacia 
atrás que dio en materia de “políticas de población” este 21 de mayo.

Hace ya casi veinte años, en septiembre de 1994, se llevó a cabo en 
El Cairo, Egipto, la Conferencia Internacional de Población y 
Desarrollo, CIPD Cairo ’94, donde 184 Estados miembros de 
Naciones Unidas alcanzaron un consenso sin precedentes, que 
marcó un antes y un después en cuanto al concepto “políticas de 
población”. 
Hasta ese momento, en la comunidad internacional predominaban 
criterios demográficos; los Estados aplicaban políticas antinatalistas y metas de 
decrecimiento de su población, culpabilizando a ésta de su desequilibrio con los 
recursos del planeta. Ampliamente conocida fue la posición de Robert Mc Namara -
ministro de Defensa de Estados Unidos -, quien afirmaba que era más beneficioso 
invertir un dólar en anticonceptivos que diez dólares en ayuda al desarrollo. En otras 
palabras, los proyectos de vida de las personas y parejas, su sexualidad, sus deseos 
reproductivos, su calidad de vida y los contextos determinantes, no ocupaban el lugar 
central en las “políticas de población”. Prevalecía la visión demográfica de “expert@s” 
y gobernantes. 
En el Programa de Acción consensuado en El Cairo’94, quedó expresado un gran 
cambio cultural y político. La estructura y el crecimiento de la población se abordó 
desde una perspectiva amplia, relacionándolas con los modelos de desarrollo 
económico, las pautas de producción y consumo, el deterioro del medio ambiente, el 
ejercicio y goce de los derechos humanos. La propuesta incorporó un amplio abanico de 
políticas y programas dirigidas hacia el bienestar de la población, el aseguramiento de la 
salud de ésta, el desarrollo sostenible, la autonomía de las personas y las comunidades, 
la justicia social, la igualdad de género, de etnia, de edad, de territorios, y también, 
hacia la participación de la ciudadanía en las decisiones políticas que le incumben y 
afectan. La salud sexual y reproductiva de las mujeres y los derechos reproductivos 
emergieron como temas centrales, a considerar en la diversidad de realidades que 
ofrecen las diferentes regiones y países. Los movimientos sociales, en especial el 
movimiento feminista y l@s jóvenes jugaron un papel protagónico en la elaboración de 
las propuestas de cambio. 
Quedaría en el pasado la razón demográfica, y se 
instalaría en su reemplazo una perspectiva de derechos 
humanos y justicia social, con énfasis en la justicia de 
género. De ahí en adelante los gobiernos implementarían 
los acuerdos firmados. 
En las dos décadas transcurridas y a pesar de las firmas de 
compromiso, la región de América Latina y el Caribe 
continúa siendo paradigma de desigualdad. 
La alta cifra de abortos inseguros en la región habla de necesidades insatisfechas en 
materia de políticas y de servicios, y el descenso de la natalidad en la mayoría de los 
países, indica que los deseos reproductivos de las personas y parejas fueron 
reduciéndose, como producto de ampliación de libertades y horizontes, o por las 
presiones económicas, laborales y ambientales adversas. Y en ambas circunstancias, 
por una mejor oferta –insuficiente aún- de anticonceptivos, que ha facilitado las 
decisiones reproductivas. 
Sin el enfoque de derechos humanos como eje de las políticas públicas, la reducción de 
los nacimientos en los sectores desventajados que conforman la mayoría de nuestra 
población, expresa el impacto de ello sobre las decisiones individuales referidas a los 
cuerpos, la sexualidad y la reproducción. En la incertidumbre del presente, no es posible 
imaginar felicidades construidas en base a extensas proles; más bien ello induce al 
estrés y al miedo ante el futuro de precariedad y discriminación que amenaza a hijas e 
hijos. 
El Presidente Sebastián Piñera estuvo en el inicio de la CIPD Cairo’ 94, cuando aún era 
diputado. No permaneció mayor tiempo en los debates ni fue gestor de consensos. 
Pienso que no compartió el cambio de paradigma y que así se explica el salto hacia 
atrás que dio en materia de “políticas de población” este 21 de mayo. Retrocedió casi 
veinte años, inspirado en la razón demográfica, y desechando el enfoque de derechos. 
Su voluntad natalista coloca un ridículo y ofensivo bono como anzuelo reproductor. En 
su mundo simbólico, las mujeres son cuerpos uterizados, disponibles para bajar o subir 
la natalidad conforme a las necesidades de quienes requieren fuerza de trabajo o 
soldados para la patria. Invoca cuerpos de mujeres prestados/sometidos a intereses 
biopolíticos. 
El Presidente no asume que la estructura de la población cambió y seguirá cambiando, 
y que es preciso diseñar participativamente nuevos marcos y nuevas políticas, 
particularmente políticas de cuidado, donde no sólo las mujeres sino que la sociedad 
entera cuide a niñ@s, adult@s mayores, y a personas con capacidades diferentes o 
enfermas.
Garantizando una buena vida a la sociedad chilena envejecida y diversa que hemos 
construido, quizás algún día las decisiones reproductivas libres y autónomas de las 
personas y parejas apunten en otra dirección. Por ahora, el bono constituye un frívolo 
intento de presión sobre las mujeres, que busca vulnerar su derecho a decidir libre y 
responsablemente el número y espaciamiento de sus hijas e hijos, contando con la 
información y los medios necesarios para ello, según lo explicitó por primera vez la 
Conferencia de Derechos Humanos de Teherán, en 1968 ¡hace cuarenta y cinco años! A 
las puertas de Cairo+20, Piñera ha reafirmado su esencia capitalista y patriarcal

jueves, 23 de mayo de 2013

New York Times destaca trabajo de mujeres que ofrecen asistencia para practicar abortos en Chile
Lunes 4 febrero 2013 | 15:13 · Actualizado: 15:25
Pulicado por Christian Leal / www.biobiochile.cl
Imagen:Roberto Candia | New York Times
Imagen: Roberto Candia | New York Times
Como una labor “arriesgada en uno de los países con leyes contra el aborto más estrictas del mundo” describe el prestigioso diario estadounidense The New York Times el trabajo de un grupo de mujeres, quienes mantienen una línea telefónica en apoyo a quienes desean interrumpir su embarazo en Chile.
Se trata de “Aborto Información Segura“, una organización al límite de la clandestinidad compuesto por cerca de 30 voluntarias de todo el país, quienes toman turnos entre las 19 y las 23 horas, de lunes a domingo, para recibir las llamadas.
“No entregamos una guía moral ni consejos, sólo entregamos información”, asegura Ángela Erpel, una socióloga de 38 años y la única del grupo que accedió a conversar con el New York Times. Sus conversaciones se apegan estrictamente a un libreto aprobado por abogados, con el fin de evitar ser perseguidas judicialmente. Aún así ya han debido enfrentar 3 demandas, todas las cuales fueron rechazadas.
Responder el teléfono ya es en sí, algo incierto. Según describen, en algunos casos se trata de mujeres desesperadas o temerosas, desde adolescentes hasta madres con 3 hijos. En otros, detractoras que llaman para insultarlas, poner llantos de bebé o enviarles mensajes de texto con fotos de fetos abortados.
Cuentan que desde los inicios de su grupo en 2009 han recibido cerca de 12.000 llamadas, y que estas van creciendo con el tiempo.
Las penas del infierno
Entre 1931 y 1989, en Chile era legal realizar un aborto cuando estaba en riesgo la vida de la madre o cuando se detectaba que el feto era inviable. Sin embargo luego de que el general Augusto Pinochet abandonara el poder, dejó atada una legislación que prohíbe el aborto bajo cualquier circunstancia, penando con entre 5 a 10 años de cárcel a quien lo practique. Si es un médico el que lo facilitó, la pena puede ascender a 15 años.
Fue la doctora holandesa Rebecca Gomperts, quien llegaría a Chile con su fundación “Woman on Waves“, la inspiradora de este grupo de apoyo. Antigua colaboradora de Greenpeace, su organización ayuda a mujeres en países donde el aborto está prohibido a conocer el Misotrol, una droga capaz de provocar una interrupción del embarazo.
“El Misotrol es una revolución para las mujeres. Incluso en lugares donde el aborto es ilegal, donde no hay médicos o donde las mujeres son pobres, aún tienen una forma segura de realizarse un aborto”, explica Gomperts.
Pero el Misotrol ya no es tan accesible en Chile desde que fuera retirado del mercado durante el gobierno de Michelle Bachelet. Actualmente, sólo se puede obtener en el mercado negro, pagando altos precios.
Es el caso de una abogada de 29 años, quien pagó casi 150.000 pesos por la caja de píldoras. “Encontrarte con alguien en un lugar clandestino, esperar que no sea un policía, preguntarte si realmente te habrán vendido el medicamento y saber que podrías ir a prisión cuando todo lo que quieres hacer es ejercer tus derechos como mujer es horripilante“, declaró la profesional al diario estadounidense, a reserva de su identidad.
Roberto Candia | New York Times
Roberto Candia | New York Times
El contraataque de las autoridades
Abiertamente contrarias a la existencia de esta línea telefónica, el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) decidió instituir su propia línea de apoyo bajo la filosofía totalmente opuesta: lograr que los embarazos se lleven a cabo y, si es necesario, ofrecer al bebé en adopción.
“La maternidad, una de las experiencias más satisfactorias en la vida de una mujer, puede pasar por momentos difíciles y desesperados”, afirmó la secretaria del ramo, Carolina Schmidt.
De la misma forma, organizaciones como la Fundación Chile Unido ofrecen asistencia para evitar que las mujeres lleguen a realizarse un aborto. “Si ayudas a esa persona a identificar cuáles son sus problemas y lo que la hace pensar en un aborto, para finalmente encontrar juntos una solución, podemos hacer que esa persona decida en favor de la vida y de su hijo. Estamos convencidos de que la segunda víctima del aborto es la propia mujer; una mujer que se practica un aborto carga con la culpa”, afirma la directora de asistencia de la Fundación, Victoria Reyes.
Pese a estos esfuerzos, se estima que en Chile se llevan a cabo cerca de 120.000 abortos cada año, en un problema que sigue enfrentando a los defensores de los derechos de la mujer, contra los defensores de la vida del que está por nacer.

Para Su Excelencia el Presidente de la República de Chile,

Señor Sebastián Piñena Echeñique:
Usted ha hecho un anuncio apocalíptico: Hay que aumentar la tasa de natalidad en Chile, si no queremos enfrentarnos al desastre económico de un “Crecimiento Negativo” a futuro. Por lo tanto, a su equipo de creativos publicitarios se les ocurrió diseñar la siguiente política pública para evitar la debacle del Establishment : Van a pagar un bono de $100 mil pesos al nacimiento del tercer hijo, que llegará a $ 200 mil con el nacimiento del quinto hijo.
Me pongo a reflexionar a partir de su anuncio. Lo primero que se me viene a la mente es la época de la dictadura, usted debe recordarse muy bien, cuando existía el CEMA Chile, que eran grupos de señoras que, patrocinadas por la Primera Dama de la Nación Señora Lucía Hiriart de Pinochet, se dedicaban a tejer ajuares de bebé y a bordar manteles y baberos, que regalaban a familias de escasos recursos, cuyos retoños tenían la suerte de ser apadrinados por el Dictador con uniforme color rata, AKA Pinochet.En ese tiempo, me preguntaba que ganaban esos recién nacidos colorados y llorones, que reventaban en chillidos frente a las cámaras del noticiero, cuando Pinochet los tomaba en sus brazos, anunciando a los cuatro vientos su regocijo por la llegada de un nuevo ciudadano.Se lo menciono, porque su anuncio sigue la linea de toda tendencia conservadora y fascistoide, que concibe a losniñ@s como una inversión a futuro para el Estado: Ya sea para engrosar las filas de la legión romana, debatir en la Polis griega, militantes nuevos para el Partido nazi, soldaditos para Pinochet o trabajadores de bajo costo para los Mall de Horst Paulmann, las políticas de natalidad de todo gobierno facha se diseñan en base al concepto de la persona como un instrumento útil a fines superiores.
Parece que, después de todo, las mujeres no hemos hecho lo suficiente por Chile, ya que nuestro único deber es parir hasta la muerte; si no lo hacemos, el futuro del país se pone en riesgo. No quiero suponer que piensa de mi, ya que yo tengo una sola hija. Si a mi flojera reproductiva, le suma que soy de izquierda y totalmente anti-imperialista, anti-fascista, anti-capitalista, anti-patriarcal, tal vez califique para uno de los delirios paranoicos de Hinzpeter sobre seguridad nacional.

De nuevo, somos las mujeres las culpables de que este país enfrente un potencial desastre de proporciones, en el mediano y largo plazo. Las mujeres, siempre las mujeres, que retardamos la maternidad por estudiar y trabajar; las mujeres, que trabajamos más por menos dinero; las mujeres, que tenemos doble jornada… en fin.

Usted, señor presidente, sugiere que las mujeres y nuestra resistencia a tener hijos impactarán el “Crecimiento negativo” del país a futuro ¿ESTÁ SEGURO?

Seamos serios, usted dice que hay que aumentar la tasa de natalidad en Chile, si no queremos enfrentarnos al desastre económico… que afectaría a los que siempre se han beneficiado de las ventajas del capitalismo, entre ellos usted mismo: Se están quedando sin trabajadores para explotar, por eso les interesa fomentar la natalidad. Para asegurar las ganancias de sus empresas. A usted no le interesa el desarrollo de las mujeres como madres, sino asegurarse que los grandes capitales tengan suficiente mano de obra barata, que alimente el sistema que los enriquece y mantenga en el punto justo la brecha de desigualdad, en la cual todo abuso se vuelve relativo.

Nos está pidiendo que pongamos nuestros úteros al servicio de su cuenta bancaria, para evitar el “Crecimiento Negativo”.

“Crecimiento negativo” dice usted. Usted hasta la maternidad la piensa en términos económicos. Lo único negativo, señor Piñera, es la dificultad que encontramos las mujeres para crecer en este país, por ejemplo:
Crecimiento negativo, es carecer de derechos reproductivos y pagar con la cárcel o la muerte un aborto mal hecho.Crecimiento negativo, es que miles de mujeres en Chile, tengan que peregrinar entre abogados de la Corporación de Asistencia Judicial y los tribunales, porque los padres de sus hijos nunca han pagado una pensión de alimentos. Sin embargo, para los bancos y las Multitiendas, todos esos padres son personas dignas de confianza y responsables.Crecimiento negativo es lo que sienten las miles de mujeres inteligentes y capacitadas, que no pueden encontrar un trabajo en condiciones dignas en su propio país, porque son mayores de 35 años.Crecimiento negativo es que se anuncie un bono, como el de $40.000 pesos y yo tenga que pelearme con la funcionaria del INP, porque ella considera que no debe dármelo, a pesar de que la ley lo ordena.Crecimiento negativo es que a iguales capacidades – e incluso a mayor capacidad- la paga de las mujeres sea menor, a lo que se suma la doble jornada y los contratos tercerizados, que nos convierten en herramientas desechables sin derechos.Crecimiento negativo es la dificultad que tenemos las mujeres solas, de conseguir un crédito para comenzar un negocio.Crecimiento negativo es que el apellido, el barrio donde se vive, la apariencia y la clase social sean más importantes en la evaluación de una profesional que su experiencia y preparación.Crecimiento negativo es la suma entre mujer, madre, contratos basura y horario de Mall.Crecimiento negativo es que las mujeres en edad fértil somos rechazadas de los planes de cobertura de la medicina privada, por que generamos gastos.Crecimiento negativo es que podamos enviar a nuestros hijos e hijas gratis al Jardín Infantil y luego no poderles pagar la universidad.¿Y usted quiere que, así y todo, tengamos más hijos? ¿Sin solucionar nada de lo anterior quiere que aportemos con una maternidad más productiva? ¿Me puede decir como hacemos eso? ¿ No será un poco caradura?Para usted y su gente, me refiero a Lavín, Golborne, Longueira y demás privilegiados, es fácil decir que la sustentabilidad de la economía depende del útero de las mujeres. Ni ustedes, ni sus mujeres crían a sus hijos e hijas. Para eso tienen nanas.Es fácil para una mujer como las suyas, “prestar el cuerpo” para tener tres hij@s o más, cuando se tiene un esposo millonario que puede ahorrarles las molestias de tener que trabajar y hacerse cargo de varios hijos al mismo tiempo, de los desvelos y el sarampión, sin tener que pensar en pagar dividendos ni hipotecas, ni vivir con el miedo a enfermarse o a quedar embarazada y que, a la larga, perdamos el trabajo y el sustento por ello.Es fácil planificar familia, cuando no se es parte de ese grupo de ciudadanas y ciudadanos sobre cuyas espaldas y a costa de sus pulmones ustedes y sus esposas construyen la seguridad económica y familiar que les permite tener familias numerosas.Por más bonito que parezca este anuncio, lo que esconde es el horror de la ideología fascista, barnizada con brillos de progreso que usted representa :El BonOpusDei que usted ha anunciado, es para mujeres casadas como “Dios manda”. Concubinas y madres solteras, quedan fuera de este beneficio. A pesar de que somos, al menos, un tercio de las madres chilenas. Tampoco beneficia a las mujeres trabajadoras que ya tienen uno o dos hijos, sino a las que tengan más de tres.¿Por qué esperar a que se llenen de hijos y no apoyar la maternidad sin importar el número de hijos? ¿Por qué no apoyar a las mujeres, tengan hijos o no?Por que no les interesa que las mujeres trabajen ni hagan carrera, no les interesa que las mujeres puedan decidir sobre la maternidad de manera libre y voluntaria, no les interesa apoyar a las madres trabajadoras, a las jefas de hogar ni a las profesionales.Y, déjeme decirle, el bono en la práctica no sirve para nada: ¿Va a pagar 200 mil pesos, una vez en la vida, para la crianza de un niño o niña que cuesta, en promedio, 10 millones de pesos? ¿Cuál es el beneficio?Yo creo saber cual es el beneficio. El bono de maternidad que usted ha anunciado, asegura la disponibilidad de esclavos por generaciones.A usted le interesa que las mujeres volvamos al espacio privado y les dejemos a los hombres el dominio del espacio público, para que sigan decidiendo por nosotras como hasta ahora, pero sin marchas para el día de la mujer. Una mujer con 5 hijos no tiene tiempo de ir a protestar.El bono de maternidad propuesto en su discurso, atenta contra las posibilidades de desarrollo de las mujeres: Usted nos quiere como madres y esposas, encerradas en casa y sin tiempo para pensar en otra cosa más que en criar y “prestar el cuerpo” a los maridos, para producir vida en el nombre de la Patria.Siguiendo su lógica, el impacto económico de esta medida en las cuentas corrientes del quintil más rico de Chile, serían importantes, en términos de ahorro:Si las mujeres vuelven a sus casas, hay que pagar menos leyes sociales y menos subsidios a trabajadoras por maternidad o licencias por enfermedad de los hij@s; no hay necesidad de tener salas cunas ni jardines infantiles en las empresas y los sindicatos se pueden desentender de incluir los temas relativos a la maternidad en la negociación colectiva.Si las mujeres se llenan de hijos, no tienen tiempo para ir a la universidad, ni para trabajar. Si tienen que hacerlo, aceptarán cualquier cosa, porque no estarán debidamente calificadas, con tal de tener dinero a fin de mes para alimentar a su prole. No preguntarán por contratos ni pagos de horas extras; tampoco se arriesgarán a pedir licencia; trabajarán hasta un día antes de parir y volverán el día después. Se aguantarán el dolor de los pechos que les anuncia que es hora de amamantar, por miedo a que les descuenten del tiempo usado en ello, el equivalente del pago diario.Una mujer con muchos hijos y poca educación formal, es más vulnerable a todo tipo de opresión y está más disponible para convertirse en una herramienta desechable del sistema que enriquece a sus amigos, señor Piñera.Si las familias tienen muchos hijos, no podrán pagarle la universidad a todos ellos: La matrícula universitaria más barata es igual o superior al sueldo que gana un trabajador promedio. Con lo cual se enfrentarán a los siguientes escenarios: No enviar a ninguno a la universidad, endeudarse para enviarlos a todos o enviar a algunos.En todos los casos, serán esclavos del capitalismo que usted y muchos que gobiernan con usted, contribuyeron a levantar en este país desde sus bases. Serán esclavos mal pagados o profesionales endeudados o familias cargando con la frustración de haber tenido que elegir a quien de sus hijos e hijas dar oportunidades.Las mujeres que usted menciona en sus discursos, no somos nosotras. No soy yo, ni mi hermana, ni mi madre, ni mi hija….no son mis amigas, ni mis colegas de trabajo… usted habla de mujeres y no conoce a las mujeres que gobierna.Como dice un amigo, “esta medida es populista y contradictoria. Bono a maternidad, mientras las Isapres expulsan a las mujeres fértiles porque son caras. Los mismos que proponen bonos para que las mujeres tengan más hijos, son dueños o socios de las empresas que contratan mujeres en condiciones de precariedad laboral o no las contratan si tienen hijos. ¿Cómo explican eso los Opus Dei? Es fácil decir que tener hijos es lo más maravilloso del mundo, pero los obstáculos que enfrentan las mujeres reales en la vida diaria, están lejos del mundo de algodones que viven algunas señoras privilegiadas.” (sic)Ustedes, desde el gobierno, hacen Gatopardismo: Cambian todo, para que todo siga igual.Señor Presidente, si quiere que tengamos más hij@s, cambie las condiciones en que las mujeres vivimos, somos madres y trabajamos en nuestro país. Actualmente, los hij@s son una bendición para quien puede pagarlos.Si quiere fomentar la maternidad, dígale a sus amigos dueños de los Mega Mall que respeten los horarios de trabajo y paguen las horas extras. Bloquee el acceso al crédito a los padres que no pagan a tiempo las pensiones de alimentos; exija que se respete el prenatal, independiente de las condiciones del contrato de trabajo. Apoye a las mujeres y nuestras capacidades, sin importar el estado civil ni el número de hijos.Porque, como en los tiempos de Pinochet, la canasta con el ajuar envuelta en papel celofán, no significaba ninguna diferencia en la vida de esos niñ@s; tampoco el bono hará ninguna diferencia en las condiciones en que miles de mujeres chilenas vivimos nuestra maternidad.El desarrollo del país no se logra regalando plata. Se alcanza creando capacidades y dignidad. Ya no nos dé bonos.
Reconozca nuestros derechos. Porque en Chile las mujeres no somos mendigas. Somos ciudadanas.

Atentamente,Vanessa Rivera de la FuenteComunicadora Social y Feminista. Ciudadana Insumisa

viernes, 17 de mayo de 2013

DECLARACIÓN


Santiago, 17 de mayo del 2013

Al Poder Judicial de Chile:

En el marco del Taller “Derechos humanos de las Mujeres y el Sistema Interamericano: hacia una incidencia efectiva”, desarrollado desde el 14 al 17 de mayo del 2013 en el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, las abogadas participantes hemos tomado conocimiento del nuevo juicio que enfrentará Karina Sepúlveda, mujer víctima de violencia de género de carácter severo por parte de su pareja.

Como abogadas defensoras de derechos humanos de las mujeres y comprometidas con el derecho a una vida libre de violencia, le solicitamos tomar en consideración los estándares internacionales en materia de Derecho Internacional de los Derechos Humanos de las Mujeres –Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer “Convención de Belem do Para”; Recomendación general N° 19 del Comité de la CEDAW, entre otros– y el marco normativo interno del Estado chileno tales como las Leyes  Nos. 20.066 y 20.480.

Por la importancia que tiene este tema para las mujeres Latinoamericanas, las abogadas abajo firmantes seguiremos con especial atención el desarrollo y resolución de este caso.

Atentamente,

Iara Amora, Brasil
Rocío Arias, Chile
Gisela Astocondor, Perú
Lorena Astudillo, Chile
Elizabeth Brevis, Chile
Claudia Donaire, Chile
Josefina Durán, Argentina
Jessica Estrada, Perú
Daiana Fusca, Argentina
Gabriela Gaspar, Argentina
Marcela Herrera, Chile
Akemi Kamimura, Brasil
Patricia Lienlaf, Chile
Jennifer Mella, Chile
Mirta Moragas, Paraguay
María Paula Poblete, Chile
Daniela Quintanilla, Chile
Agustina Ramón, Argentina
Felicitas Rossi, Argentina
Nadia Tapia, Chile
Paulina Zamorano, Chile