lunes, 28 de agosto de 2017

ABORTO TRES CAUSALES, RECUPERACIÓN DEL PASADO CON NUEVOS OBSTÁCULOS Y PELIGROS

I. ABORTO TRES CAUSALES, RECUPERACIÓN DEL PASADO CON NUEVOS OBSTÁCULOS Y PELIGROS. Por María Isabel Matamala, médico. 


Revista Primera Piedra 741 Análisis Semanal Del 28 de agosto de 2017primerapiedra@gmail.com


El veredicto del Tribunal Constitucional reconoció la evidencia jurídica irrefutable, a tal punto que la votación fue inesperada incluso para las predicciones optimistas. La justicia asomó su nariz en la escena para validar los derechos de mujeres en situaciones límite respecto de la vida y del dolor psicológico.  El reconocimiento de la constitucionalidad de la ley entró en resonancia con la opinión ciudadana mayoritaria y eso levanta los ánimos. Se recuperó la sintonía con la mayoría del mundo, borrando a Chile del diminuto grupo de países vergonzosamente castigadores. Se ha borrado una huella de la dictadura en el mapa mundial.  

Vale no olvidar que este feliz retorno a la legislación del siglo pasado y a las prácticas obstétricas en hospitales a inicios de los 70, se instala como respuesta al continuo de lucha de las mujeres chilenas desde los tiempos del feminismo obrero hasta los actuales, con soporte en el marco favorable del sistema internacional de los derechos humanos, del predominio global de legislaciones comprensivas y de la acción del movimiento feminista mundial.  

No obstante, es recomendable asumir que el logro es reducido y está cercado de obstáculos y peligros. Exiguo, porque los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres no quedaron garantizados en lo que concierne a su libertad para decidir si ser o no madres – maternidad voluntaria -; la ley por tres causales mantendrá excluidas del beneficio al 95% de las mujeres que abortan cada año por múltiples causales en nuestro país. La Ministra de Salud adelantó en los últimos días que los servicios previstos alcanzarán a 2550 mujeres, precisando datos estadísticos diferenciados por causal. Si bien tales prestaciones representan un destacable logro humanitario y de políticas públicas de salud, no modifican en lo esencial la discriminación sexual y reproductiva hacia la mayoría de mujeres que ha quedado al margen de la cobertura legal. Se hace indispensable la sobriedad en las interpretaciones acerca del alcance de la ley en materia de   libertades y derechos de las mujeres que habitan el país, considerando que adultas y adolescentes no concernidas en las tres causales deberán continuar recurriendo en clandestinidad a abortos por fallo de anticonceptivos, por vivir en pobreza, por exigencias laborales, por proyectos de vida con sus infinitos motivos. Sabiendo además que cada año, cien mil de ellas viven tales circunstancias. 

Entre los obstáculos, la objeción de conciencia más que un principio ha pasado a convertirse en estrategia política, cuya finalidad es mantener vigentes los dispositivos de control sanitario que resguardan el cautiverio estructural de los cuerpos de las mujeres en el orden impuesto por el patriarcado.  Frente a esta barrera, se hace necesario preguntar al Estado garante si asegurará también la paz de las conciencias de aquellos integrantes de equipos obstétricos, como por ejemplo la Red de Salud UC Christus, que no se declararán objetores de conciencia y que estarán dispuestos a proporcionar servicios de aborto a mujeres y niñas concernidas en las tres causales. A la vez, inquirir a la mencionada Christus u otras redes, sobre su coherencia con la argumentación básica del principio de objeción de conciencia, asumiendo que éste asimismo avala que un o una profesional pueda rechazar la decisión de la institución que integra, acerca de negar a las mujeres los servicios legales de aborto que solicitan.  Habrá que indagar también la correspondencia entre las opciones, respecto al principio en cuestión, que priorizarán médicos y médicas en su desempeño en los servicios públicos versus en sus consultas privadas. La Presidenta del Colegio Médico alertó al respecto. Sin duda, el obstáculo objeción de conciencia puede convertirse en el principal enemigo del acceso al aborto para las mujeres protegidas por la ley de tres causales, al igual que ha ocurrido en Uruguay.  

La reglamentación de la ley y la formulación de los protocolos que regularán las prácticas profesionales cotidianas obligarán a que las organizaciones sociales y la academia les otorguen seguimiento con el propósito de asegurar la calidad de la atención. Esta deberá excluir cualquier forma de presión sobre las mujeres para que desistan de practicarse el aborto. Se torna impres-cindible la formación de profesionales de la salud en materia de enfoque de género, de derechos humanos en general y de derechos sexuales y reproductivos en particular. Investigaciones en curso están sacando a la luz transferencia desde el aula de discursos y comportamientos machistas inaceptables que deberán ser eliminados.   

El uso inexacto de los términos “libertad de decidir de todas las mujeres de Chile” requiere examinarse con detención porque puede representar la zanahoria que oculta un garrote, cual es colocar por décadas un candado al debate. Impidiendo así el avance hacia una ley que haga posible lo que hoy ha permanecido como imposible, cual es el derecho al aborto legal, libre, seguro y garantizado por el Estado para todas las mujeres, adolescentes y niñas que lo requieran. El peligro del candado instala el desafío de dejar atrás el viejo lema concertacionista que proscribe la osadía de luchar por lo que parece imposible. 

Quienes son candidatas y candidatos en las próximas elecciones deberán elegir entre saldar la deuda de la democracia con las mujeres de Chile, o atarse a una retórica que confunde una ley justa para casi tres mil mujeres, con el reconocimiento de la libertad de decidir de todas.